Sólo por poner sobre el tablero un tema más de los que no se ponen de manifiesto en el debate público sobre la respuesta frente a la actual crisis. Cada poco tiempo nos sorprendemos con una nueva respuesta frente a la actual situación económica. Me refiero a que se elimina la deducción de los "famosos" 400 euros, las nuevas ayudas a la compra de automóviles (que me parecen una transferencia descarada de los impuestos de todos a las compañías del sector), la eliminación de las deducciones por compra de vivienda a fecha futura fija... por no hablar de los planes de rescate y reestructuración de entidades financieras. No sé, pero a mi se me enciende automáticamente la lucecita de la inconsistencia dinámica. Años llevamos desde la tribuna académica pensando en esos temas (al menos desde Kydland-Prescott 1977) reconociendo la importancia del impacto de la acción pública sobre las expectativas de los agentes, y a mí me da que en estos momentos los agentes tienen el cerebro a 10.000 intentando adelantar cuál va a ser la próxima "medida de choque" y cómo reaccionar frente a eso.
Reconozco que es difícil sentarse en octubre 2008 a escribir y anunciar un plan contingente de acción para los próximos dos años, pero este juego de expectativas muy bueno no puede ser. A mí me sorprende que ni se mencione el tema. Peor aún me parece la aproximación estilo Krugman: estos son tiempos difíciles, los "modelos convencionales" no sirven y hay que actuar urgentemente porque si no el mundo se hunde. Yo seré muy convencional en tiempos convulsos, pero sigo pensando que no estaría de más pensar un poquito en las expectativas que se están generando en los agentes, ya se sabe "manías de minesoto".
martes, 23 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario