miércoles, 17 de junio de 2009

FROB, Cajas y Mangueras

Se acerca el momento (en una semana) en el que el gobierno pondrá en marcha su plan de rescate para entidades financieras en apuros (Fondo de Reestructuración y Ordenamiento Bancario, FROB). El fondo es, por fin, un reconocimiento de que la crisis bancaria llega a España, y de que esta crisis va a ser muy seria. España no tuvo subprime extranjera, pero desgraciadamente, tiene su propia subprime. Pensando solo en los famosos 320,000 millones de crédito promotor y 160,000 m de crédito a constructor, las pérdidas solo en estos dos conceptos deben superar los 100,000m, 10% del PIB, si comparamos con las pérdidas en los casos similares en USA. El FROB, un FROB, hace falta, sin duda.
Esperemos que el plan muestre que hemos aprendido bien las lecciones de la crisis UK y USA:
1) Las fusiones no curan, sino que pueden enfermar. Se pone excesivo énfasis en el debate sobre la fusión como cura. Al contrario, la fusión entre una entidad enferma y una sana puede poner a las dos enfermas. Que se lo pregunten a Bank of America (contagiado por Merril) y a Lloyds (idem con Halifax/HBOS). Las fusiones son peligrosas, en un contexto en el que muy muy pocas entidades están realmente sanas, tanto desde el punto de vista de capitalización como de cartera de activos.
2) Las mangueras mejor no usarlas. El coste del problema es muy serio. Intentar solucionar los problemas que existen es el mejor uso del dinero de los contribuyentes, en vez de despilfarrarlo entre todas las entidades. El que el plan del gobierno ponga al BdeE a cargo de estas decisiones supone una garantía de independencia que nos debe alegrar enormemente.
3) Existe sin duda un problema de liquidez; pero existe otro de solvencia, que puede suponer que algunas entidades son inviables. Las entidades inviables que no sean 'sistémicas' deben morir. En esto consiste el capitalismo. Sin eso, los gestores y aun peor los que invierten en deuda, tienen unos incentivos nefastos a apostar excesivamente, sabiendo que si ganamos bien, si no el tax payer nos va a rescatar. Esto supone que los acreedores de estas entidades deben sufrir. No podemos, como sociedad, asumir todas las 'non-performing loans' de nuestra economía. El que presta mal y alegremente, comete un error, y debe pagar el precio de su error, y no esperar tranquilamente al contribuyente. Cierto, existe riesgo de contagio. Cierto, Lehman fue un desastre. Pero no podemos permitirnos salvar a todas las entidades- o mejor dicho, a los tenedores de deuda de todas las entidades. El regulador y el gobierno deben, y pueden, transmitir mensajes claros al mercado de que no todas las entidades suponen un riesgo sistémico.
4) Aparte de los problemas de liquidez y solvencia, existen problemas de gobierno corporativo que el plan y las reestructuraciones deben resolver. Estos, mejor, los trataremos en otro momento.

1 comentario:

  1. Un par de aspectos adicionales:
    - Parece, y digo parece, porque habrá que esperar al redactado final que la norma va a distinguir entre entidades con problemas leves y otras con problemas "mortales". A las primeras se les ayuda a salir adelante pero manteniendo al equipo de gestión mientras que a las segundas se prescinde de lo mismos. No creo en esa distinción y esa discrecionalidad puede contaminar toda la operación.

    - La propuesta de cuotas participativas con derechos políticos que pasen al Estado es entrar en el corazón del problema por la puerta de servicio. Generamos un asset que el dia de mañana puede permitir "el" cambio real de las cajas.

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