jueves, 18 de junio de 2009

A Vueltas con el IVA y las Cotizaciones

A José-Víctor Ríos-Rull no le ha gustado mi post sobre la propuesta de subir el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y bajar las cotizaciones sociales. A él le parece que es una reforma que podría conseguir los objetivos que se propone: aumentar la producción y el empleo sin disminuir la recaudación. Me ha convencido. Este es su razonamiento y lo reproduzco aquí usando datos de la economía española en 2007.


Supongamos que a mi empleador le cuesta 100 euros contratarme. Entonces mi salario neto después de pagar la cuota de la seguridad social y el impuesto sobre el trabajo será 100(1-T). Si el tipo medio del IVA es V con mi sueldo bruto podré comprar 100(1-T)/(1+V) unidades de consumo. En esa expresión (1-T)/(1+V) mide presión fiscal efectiva sobre el trabajo. En España en 2007 el valor de esa cifra era 0,75. O sea que el español medio disponía del 75 por ciento de su salario bruto para consumir y el 25 por ciento restante eran impuestos. Visto de otra forma, si en 2007 el español medio no hubiera ahorrado nada de sus rentas laborales, habría trabajado nueve meses para si mismo y los tres restantes para el estado.


Además sabemos que (1-T)/(1+V) es una medida de los distorsión fiscal sobre la decisión de trabajar. Ahora sin jerga: cuanto menor es (1-T)/(1+V) más crecen el empleo y la producción. También sabemos que en España en 2007 el consumo privado supuso un 64 por ciento de la producción y las rentas salariales un 53 por ciento ---comentario para enterados: todos los cálculos están hechos a coste de los factores. Supongamos que esos porcentajes fueran las bases de los impuestos correspondientes y supongamos para simplificar que las bases no cambian si cambiamos los tipos un poco. Entonces si bajamos un 1 por ciento las cotizaciones sociales, para mantener la recaudación sólo tenemos que subir el IVA en un 0,83 por ciento. Y en ese caso el impuesto efectivo sobre el trabajo disminuiría aproximadamente en un 1 por ciento ---en realidad en un 1,46 por ciento; del 25,25 al 23,81. Y, por lo tanto, si la economía española se comportara como predice la teoría, la reforma propuesta aumentaría la producción y el empleo sin afectar a la recaudación.


Claro que para llegar a este resultado hemos tenido que simplificar los cálculos y nos hemos olvidado del efecto de los tipos sobre las bases, de la progresividad del impuesto sobre la renta de las personas físicas, y del mínimo exento y del tope de las cotizaciones a la seguridad social. ¿Serán estas las razones que llevan al Secretario de Estado de Hacienda Carlos Ocaña a negarse en redondo a considerar esta propuesta?

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con Victor y (ahora) con Javier. Juan Rubio y yo hemos simulado con un modelo un poco mas complejo cambios de cotizaciones a SS por IVA y nos salia un efecto de crecimiento de produccion y empleo importante. Lo escribimos para el libro de FEDEA de la Crisis Economica.

    ResponderEliminar
  2. Javier, tu ejemplo es demasiado optimista. Cuando dices que (1-T)/(1+V) es 0.75 es porque en el numerador sólo tienes el tipo impositivo medio sobre la renta, ¿cierto? Desde un punto de vista conceptual el T del numerador debe incluir IRPF y también cotizaciones a la seguridad social (todas, tanto por cuenta de empleador como las aplicadas directamente a la renta bruta de los trabajadores). Cálculos que he hecho con Tim Kehoe indican que ese número está alrededor de 0.5, así que la mitad del valor añadido generado por los trabajadores queda en manos del Estado.

    ResponderEliminar
  3. Hace un montón de años escribi un trabajo que analizaba los efectos macro de este tipo de reformas. Si alguien tiene interés puede descargarlo (http://garriga.carlos.googlepages.com/2005_IE_dosref.pdf). Nos describire los detalles del modelo, pero las pensiones son endógenas y dependen del historial laboral de los trabajadores. Además la economía considera individuos con diferentes perfiles salariales a lo largo del ciclo vital que dependen de su nivel educativo. Antes de comentar los resultados del trabajo es importante considerar que los impuestos sobre el consumo los pagan tanto trabajadores como jubilados, mientras que las cotizaciones afectan exclusivamente a los primeros. Los efectos cuantitativos dependen de si el nivel de pensiones esta fijo o no. Ahi va un breve resumen de los resultados:
    “la tasa de sustitución entre las cotizaciones a la seguridad social y el impuesto sobre el consumo es aproximadamente de un punto, de forma que para poder mantener el presupuesto equilibrado
    es necesario aumentar los impuestos indirectos en un punto ante reducciones de las cotizaciones en la misma cuantía. La mayor tasa de sustitución impositiva, frente a los resultados de Zabalza (1988) y Polo y Sancho (1996), es debida a que este tipo de reformas aumenta la pensión media por el incremento de las horas trabajadas por los individuos que están a punto de jubilarse. Si el nivel de pensiones estuviera fijo, sería necesario incrementar el impuesto sobre el consumo en menor cuantía por cada punto porcentual que disminuyeran las cotizaciones de forma que los resultados serían más similares a los suyos.
    La sustitución impositiva asociada a esta propuesta supone una reducción del impuesto efectivo sobre el trabajo. La distorsión en el margen (1 –T)/(1 +V) pasa de un 0,66, en el estado estacionario inicial, a 0,72, en el estado estacionario final; esto implica una caída efectiva del
    8,3 %. Téngase en cuenta que el valor de la unidad implica la ausencia total de distorsión en ese margen particular. Además esta reforma no afecta las decisiones intertemporales pues el impuesto sobre el consumo es constante. Por lo tanto, la eliminación de las cotizaciones tiene
    dos efectos importantes en las decisiones de los individuos. En primer lugar, hace que la oferta de trabajo se incremente. En segundo lugar, aumenta el valor presente del flujo de ingresos futuros de forma, que los individuos de mediana edad disponen de más recursos para ahorrar
    y esto aumenta el stock de capital agregado. El incremento en el stock de capital agregado y en la oferta de trabajo se compensan. De manera que el efecto final sobre los precios relativos es inapreciable.
    El aumento de bienestar se debe principalmente a dos factores, en primer lugar las generaciones jóvenes aumentan su nivel de consumo debido a que tienen una mayor renta disponible. En segundo lugar reducen su oferta de trabajo, disminuyendo así la desutilidad asociada al trabajo. Los cambios de renta en valor presente permiten transferir más recursos del futuro al presente. Esto permite disfrutar de una mayor utilidad en los periodos iniciales del ciclo vital en que los individuos valoran relativamente más el consumo y el ocio. Las diferencias de bienestar entre individuos en función de su nivel educativo son inapreciables a pesar de que tradicionalmente se ha argumentado que los impuestos indirectos tienen un carácter regresivo importante.”

    Es importante tener en cuenta que las políticas consideradas en este trabajo son subóptimas desde una perspectiva de la teoría de la imposición óptima. Esta teoría hace predicciones muy claras sobre que margenes se deben distorsionar a lo largo del ciclo vital.

    ResponderEliminar
  4. Estos son mis datos para 2007: El Producto Interior Bruto a coste de los factores ascendió a 941.648 millones de euros, la remuneración de los asalariados supuso el 52.76% de esta cifra; las cotizaciones a la seguridad social el 12,28%; los impuestos indirectos el 11.53%; y la recaudación del IRPF el 8,28%. En la expresión (1-T)/(1+V), T es el 16.65% ---la cifra que resulta de sumar a las cotizaciones el 52.76% de la recaudación del IRPF--- y V es el 11.53%. Si no me he equivocado al dividir el valor que me sale para (1-T)/(1+V) es 0.7473, o sea aproximadamente el 75%. Son datos recogidos por la OCDE de fuentes españolas. Tendríamos que mirar en qué se diferencian de los vuestros.

    ResponderEliminar